23 April, 2021 | Novedades
En el sector del Diseño de Interiores es fundamental ser cuidadosos en la presentación de proyectos y productos y realizarlo de la mejor manera posible. No siempre se puede realizar una sesión de fotos, además de resultar bastante caro conlleva bastante tiempo. Por este motivo, las empresas fabricantes, distribuidores, diseñadores de interior y arquitectos confían cada vez más en los software de diseño, capaces de crear imágenes de rendering de altísima calidad. Además, garantizan una mayor flexibilidad con respecto al clásico servicio fotográfico y, sobre todo, una indudable singularidad.
En este artículo encontrarás algunos consejos que te serán útiles para obtener un rendering fotorrealista de calidad superior.
Además de desarrollar un cierto dominio del software de diseño y conocer los principios fundamentales de la fotografía y del diseño de interiores, sería interesante tomar nota de quien sabe más que nosotros y así obtener imágenes de rendering de alta calidad. Tanto para el usuario que apenas comienza como para el más experto, es importante inspirarse en los trabajos de quienes son ya maestros en este campo, con el objetivo de alcanzar un nivel de calidad donde resulta difícil distinguir entre una imagen de rendering y una verdadera fotografía.
Para esto, lo mejor es inspirarse en las revistas del sector (disponibles también online), en las redes sociales (sobre todo Pinterest, pero también Instagram y Facebook) y en los catálogos de los fabricantes. Todo esto nos permitirá además captar de manera anticipada las nuevas tendencias del Diseño de Interior, permaneciendo siempre actualizados.
Hemos mencionado la estrecha relación entre renderizado y fotografía: podemos pensar que el rendering no es ni más ni menos que una fotografía virtual. Dicho esto, puede ser necesario mejorar el ambiente que se quiere representar eligiendo un punto de vista que resalte los detalles que más nos interesan, encuadrados en una apertura con perspectiva, y sobre todo, desde una cierta altura.
Todos estos factores se regularán en base al efecto que se quiere obtener, al target de referencia y a la finalidad de la imagen. Por ejemplo, una imagen renderizada con un corte horizontal con una apertura focal de gran angular puede ser muy funcional para tener una vista general del ambiente. Por el contrario, una imagen con una apertura focal más pequeña es más adecuada para enmarcar un detalle o una visión detallada y más artística del ambiente.
La gestión y la regulación de las luces es uno de los requisitos clave para obtener una buena imagen de rendering. El objetivo es crear efectos de claroscuros con el fin de resaltar, dar contraste y profundidad a la escena. Para obtener este resultado podemos utilizar la luz natural o la luz artificial con lámparas que habremos insertado dentro del ambiente.
En cuanto a la luz natural, se puede representar la escena, por ejemplo, introduciendo la cálida luz del sol al atardecer o jugar con diferentes tipos de fuentes luminosas artificiales (lámparas, focos, luces de neón, tiras de LED, etc.). Además de crear una atmósfera más real a tu render, la luz puede utilizarse para destacar ciertas partes de la escena o de algunos objetos. Por ejemplo, podemos dirigir la luz con los focos direccionales hacia puntos estratégicos de la habitación. Pero, no se debe correr el riesgo que las luces mal direccionadas se anulen unas a otras haciendo la escena iluminada pero banalmente “plana”.
En el mundo del rendering, a menudo, son los detalles los que hacen la diferencia. A veces es necesario cuidar algunos detalles para dar a nuestro ambiente esa pizca de imperfección que otorga un mayor realismo a la imagen. Insertaremos objetos de uso común, quizás dispuestos de manera aparentemente desordenada, simulando el aspecto real de un espacio donde realmente se vive.
Si, por ejemplo, estamos diseñando el ambiente de un baño, no escatimemos en detalles como frascos de perfume sobre el lavabo, una esponja en la ducha, un albornoz colgado o una toalla arrugada sobre un taburete. Serán estos simples detalles los que crearán una atmósfera más familiar y realista a nuestro render.
Las imágenes generadas por los motores de rendering son, hoy en día, de gran calidad y precisión. Sin embargo, para alcanzar la perfección es importante modificar o corregir la imagen en la post-producción.
Algunos software (por ejemplo DomuS3D) poseen en su interior herramientas que regulan los principales parámetros como: la exposición, el contraste o balance de color, o bien, añadir efectos a la imagen. Como alternativa, se pueden utilizar software dedicados a la edición de fotos y a optimizar imágenes para obtener un resultado más preciso y profesional. Por supuesto, que la actividad de post-producción para ser eficaz, necesita partir de una imagen de buena calidad, que se podrá mejorar con una hábil edición de fotografía. Si en cambio fuera de baja calidad, no esperemos milagros!
Hemos visto 5 reglas para obtener un rendering fotorrealista, pero podríamos añadir una sexta: seguir aprendiendo. La formación, así como la práctica constante, son requisitos necesarios para poder mejorar siempre y alcanzar los objetivos propuestos. Nuestro consejo es el de participar en cursos de formación epecíficos y consultar manuales de fotografía y de renderizado para continuar aprendiendo nuevos trucos y realizar imágenes cada vez más bonitas.